La Ginebrosa. Foto: Ayuntamiento de La Ginebrosa |
Publicado originariamente en la web de FACAO el 22/10/2009
Restos del castillo de
Buñol
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En
chapurriau, lenguaje autóctono, se pronuncia La Chinebrosa que
significa, en puro castellano, "lugar poblado de enebros". El chinebre o
ginebre es el enebro.
Obtuvo la Carta Puebla muy pronto,
entre los siglos XII y XIII. La obtuvo por mediación de la Orden del Temple,
como en tantas poblaciones bajo su tutela. Sabido es que para obtener este
nombramiento, la población en cuestión, debía cumplir unos requisitos que exigía
la corona que era quien concedía el título de población. Más tarde o al mismo
tiempo se le concedía el título de Villa, pasando a pagar un tributo especial de
Villazgo. Tales requisitos eran, por ejemplo, tener molino de harina y molino de
aceite de oliva, que era y es la gran riqueza de este pueblo y de los de
alrededor. El aceite de esta zona es el mejor del Bajo Aragón. Los olivos son
diferentes y los hay aún, como en Torrevelilla, que son
milenarios.
El permiso para poseer molinos, lo concedía el
rey. También debía tener un número determinado de "fuegos", es decir hogares,
casas. Considerando que en cada casa podían vivir hasta tres generaciones,
dedicadas a la agricultura, ganadería o labores artesanales y oficios, cuando se
cumplía el número de hogares exigido, la población ya podría ser numerosa,
pudiendo llegar a tener, en algunos casos, 800 habitantes o más. En algunos
lugares con menos de 100 habitantes en la actualidad, llegaron a rebasar
ampliamente los mil en su época medieval.
Es de suponer
que la entrada del Temple en La Ginebrosa, impulsó el auge de la misma, como
sucedió en otras villas. Recuerdo la dependencia simbiótica que unía a la
corona con la Orden del Temple y la necesidad de autonomía de esta orden.
Recordemos los testamentos de Alfonso I el Batallador y de Jaime I el
Contestador.
La Ginebrosa conserva el trazado urbano
característico del medievo y es, en su conjunto, Monumento Artístico Nacional.
Fue una población amurallada, lo que nos da idea de plaza fuerte, de posición
estratégica defensiva y de aprovisionamiento. Amurallar una población
estratégica es lo primero que hacian los templarios cuando tomaban posesión de
la misma. Es decir, La Ginebrosa fue una posición más fortificada, de las
llamadas bastidas. Escrito está en "Castillos Templarios
arruinados en el sur de la Corona Aragon" de Jose Luis Gordillo, que
"los templarios se abastecían de La Ginebrosa y alrededores". En estos
alrededores pudo estar Torrevelilla. Afirma la tradición que, Torrevelilla, era
una torre agrícola en sus orígenes. Así parece determinarlo su escudo. Una
torre regentada por un moro. Jaime I el Contestador dijo: "Un huerto es un
tesoro, si quien lo cultiva es un moro". Ello nos da idea de la cantidad
de árabes dedicados a estos menesteres. Formaban parte de los llamados
mudéjares. Alrededor de torres agrícolas, surgieron después, por lógica
ampliación, pueblos que hoy tienen una numerosa población y riqueza, tanto
agrícola como industrial o comercial. Como le sucede en el Más de las Matas.
También llegaremos allí.
En un entorno que abundan las
construcciones de los siglos XIII al XVII, de su esplendor medieval, La
Ginebrosa, conserva:
- La iglesia parroquial dedicada a San
Bartolomé, reformada en el siglo XVII, por lo que aglutina los estilos Gótico y
Barroco. De su estructura original conserva el ábside, con sus vanos apuntados,
y el primer tramo de la nave, con capillas laterales. Los tramos siguientes
pertenecen ya al Barroco, aunque mantienen sus bóvedas estrelladas. Es curioso
resaltar que, como de costumbre en aquellas de pocas, el cementerio estaba
detrás de la iglesia. Cementerio hoy convertido en zona verde. Recientemente,
en la iglesia, se han hallado pinturas, grabados y restos medievales en los que
hay simbolismo templario. No olvidemos que también está escrito lo siguiente:
"cuando fue disuelta la orden, los Templarios de Castellote fueron llevados
presos y desarmados a La Ginebrosa", ya que los de esta población
pertenecían al castillo-encomienda de Castellote y éste al Maestrazgo de
Cantavieja. Ratifica la idea de "plaza fuerte" con sólidos edificios y, por lo
menos alguno debía de ser espacioso y adecuado.
- Conserva,
igualmente, la huella medieval en algunos edificios entre los abundantes de
siglos posteriores, y en los arcos que fueron acceso a la muralla, como el de la
casa de Bayle. Hay diversos arcos de este estilo, como el de la Herrería o el
que une las calles Mayor y del Pilar. También se conservan lienzos de esta
muralla.
- Los restos o ruinas de un pequeño castillo.
Levantando en un altozano llamado Buñol, conocido tal castillo por este nombre.
No obstante se adivina que tuvo incluso torre del homenaje (no hay que
confundirlo con El Buñol de la Comunidad Valenciana)
-
Sobre otro arco que servía también de acceso a la población, se levanta un
edificio construido en mampostería y sillería, conocido por "El Convento", que
bien pudo ser la casa de los templarios.
En este entorno se
encontró el antiguo poblado ibérico conocido como Monte Catma. Recuerdo también
que los templarios apetecían los territorios con este tipo de enclaves, además
de la riqueza agrícola y la posición estratégica para sus fines bélicos y de
expansión.
Pinceladas
¿Sabías
que cualquiera que trabajase para el Temple, fuese soldado o civil, carpintero o
humilde plebeyo, fuera cual fuese su condición social, debía, al menos, saber
leer y escribir así como las más elementales nociones de aritmética?. Si no
sabía, los caballeros le enseñaban.
Fiestas: El 17
de enero se celebra San Antón, encendiendo las hogueras, en cuyas brasas se
prepara la "rostida” de chorizos. Cada dos años se representa la obra de teatro
llamada "San Antonada”. El Jueves Lardero se come en el campo el tradicional
"choricer”. El último domingo de mayo o el primero de junio se celebra el
Domingo de las Cerezas, con una romería a la ermita de la Magdalena y, tras la
bendición de los campos, se celebra una comida al aire libre. La semana cultural
tiene lugar el primer fin de semana de agosto. El día 24 del mismo mes son las
fiestas mayores en honor a San Bartolomé y Santa María Magdalena, acudiendo en
romería a la ermita. (Puede ser muy significativa la tradicional devoción estos
dos santos, sobre todo a la Madelain francesa...)