miércoles, 14 de noviembre de 2018

"La Ginebrosa", por Jesús Martínez Fabón

La Ginebrosa. Foto: Ayuntamiento de La Ginebrosa


Publicado originariamente en la web de FACAO el 22/10/2009



Restos del castillo de Buñol

En chapurriau, lenguaje autóctono, se pronuncia La Chinebrosa que significa, en puro castellano, "lugar poblado de enebros".  El chinebre o ginebre es el enebro.

Obtuvo la Carta Puebla muy pronto, entre los siglos XII y XIII.  La obtuvo por mediación de la Orden del Temple, como en tantas poblaciones bajo su tutela. Sabido es que para obtener este nombramiento, la población en cuestión, debía cumplir unos requisitos que exigía la corona que era quien concedía el título de población.  Más tarde o al mismo tiempo se le concedía el título de Villa, pasando a pagar un tributo especial de Villazgo. Tales requisitos eran, por ejemplo, tener molino de harina y molino de aceite de oliva, que era y es la gran riqueza de este pueblo y de los de alrededor.  El aceite de esta zona es el mejor del Bajo Aragón.  Los olivos son diferentes y los hay aún, como en Torrevelilla, que son milenarios.

El permiso para poseer molinos, lo concedía el rey.  También debía tener un número determinado de "fuegos", es decir hogares, casas.  Considerando que en cada casa podían vivir hasta tres generaciones, dedicadas a la agricultura, ganadería o labores artesanales y oficios, cuando se cumplía el número de hogares exigido, la población ya podría ser numerosa, pudiendo llegar a tener, en algunos casos, 800 habitantes o más. En algunos lugares con menos de 100 habitantes en la actualidad, llegaron a rebasar ampliamente los mil en su época medieval.

Es de suponer que la entrada del Temple en La Ginebrosa, impulsó el auge de la misma, como sucedió en otras villas.  Recuerdo la dependencia simbiótica que unía a la corona con la Orden del Temple y la necesidad de autonomía de esta orden. Recordemos los testamentos de Alfonso I el Batallador y de Jaime I el Contestador.

La Ginebrosa conserva el trazado urbano característico del medievo y es, en su conjunto, Monumento Artístico Nacional.  Fue una población amurallada, lo que nos da idea de plaza fuerte, de posición estratégica defensiva y de aprovisionamiento. Amurallar una población estratégica es lo primero que hacian los templarios cuando tomaban posesión de la misma. Es decir, La Ginebrosa fue una posición más fortificada, de las llamadas bastidas.  Escrito está en "Castillos Templarios arruinados en el sur de la Corona Aragon" de Jose Luis Gordillo, que "los templarios se abastecían de La Ginebrosa y alrededores".  En estos alrededores pudo estar Torrevelilla.  Afirma la tradición que, Torrevelilla, era una torre agrícola en sus orígenes.  Así parece determinarlo su escudo. Una torre regentada por un moro.  Jaime I el Contestador dijo: "Un huerto es un tesoro, si quien lo cultiva es un moro".  Ello nos da idea de la cantidad de árabes dedicados a estos menesteres. Formaban parte de los llamados mudéjares. Alrededor de torres agrícolas, surgieron después, por lógica ampliación, pueblos que hoy tienen una numerosa población y riqueza, tanto agrícola como industrial o comercial.  Como le sucede en el Más de las Matas.  También llegaremos allí.

En un entorno que abundan las construcciones de los siglos XIII al XVII, de su esplendor medieval, La Ginebrosa, conserva:

- La iglesia parroquial dedicada a San Bartolomé, reformada en el siglo XVII, por lo que aglutina los estilos Gótico y Barroco.  De su estructura original conserva el ábside, con sus vanos apuntados, y el primer tramo de la nave, con capillas laterales. Los tramos siguientes pertenecen ya al Barroco, aunque mantienen sus bóvedas estrelladas.  Es curioso resaltar que, como de costumbre en aquellas de pocas, el cementerio estaba detrás de la iglesia.  Cementerio hoy convertido en zona verde. Recientemente, en la iglesia, se han hallado pinturas, grabados y restos medievales en los que hay simbolismo templario.  No olvidemos que también está escrito lo siguiente: "cuando fue disuelta la orden, los Templarios de Castellote fueron llevados presos y desarmados a La Ginebrosa", ya que los de esta población pertenecían al castillo-encomienda de Castellote y éste al Maestrazgo de Cantavieja.  Ratifica la idea de "plaza fuerte" con sólidos edificios y, por lo menos alguno debía de ser espacioso y adecuado.

- Conserva, igualmente, la huella medieval en algunos edificios entre los abundantes de siglos posteriores, y en los arcos que fueron acceso a la muralla, como el de la casa de Bayle.  Hay diversos arcos de este estilo, como el de la Herrería o el que une las calles Mayor y del Pilar. También se conservan lienzos de esta muralla. 

- Los restos o ruinas de un pequeño castillo. Levantando en un altozano llamado Buñol, conocido tal castillo por este nombre.  No obstante se adivina que tuvo incluso torre del homenaje (no hay que confundirlo con El Buñol de la Comunidad Valenciana) 

- Sobre otro arco que servía también de acceso a la población, se levanta un edificio construido en mampostería y sillería, conocido por "El Convento", que bien pudo ser la casa de los templarios.
En este entorno se encontró el antiguo poblado ibérico conocido como Monte Catma.  Recuerdo también que los templarios apetecían los territorios con este tipo de enclaves, además de la riqueza agrícola y la posición estratégica para sus fines bélicos y de expansión.



Pinceladas

¿Sabías que cualquiera que trabajase para el Temple, fuese soldado o civil, carpintero o humilde plebeyo, fuera cual fuese su condición social, debía, al menos, saber leer y escribir así como las más elementales nociones de aritmética?.  Si no sabía, los caballeros le enseñaban.

Fiestas: El 17 de enero se celebra San Antón, encendiendo las hogueras, en cuyas brasas se prepara la "rostida” de chorizos. Cada dos años se representa la obra de teatro llamada "San Antonada”. El Jueves Lardero se come en el campo el tradicional "choricer”. El último domingo de mayo o el primero de junio se celebra el Domingo de las Cerezas, con una romería a la ermita de la Magdalena y, tras la bendición de los campos, se celebra una comida al aire libre. La semana cultural tiene lugar el primer fin de semana de agosto. El día 24 del mismo mes son las fiestas mayores en honor a San Bartolomé y Santa María Magdalena, acudiendo en romería a la ermita.  (Puede ser muy significativa la tradicional devoción estos dos santos, sobre todo a la Madelain francesa...)